En los últimos meses, la Ciudad de México ha presenciado un notable incremento en el uso de las llamadas “bicicletas eléctricas”. Este medio de transporte, considerado una alternativa eficiente y ecológica, se ha convertido en una opción popular para realizar miles de traslados diarios. Sin embargo, su creciente presencia ha generado debates sobre su clasificación y regulación, ya que, en muchos casos, las características de estos vehículos los acercan más a las motocicletas eléctricas que a las bicicletas tradicionales.
¿Qué define a una bicicleta eléctrica?
De acuerdo con el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, una bicicleta eléctrica es aquella que utiliza tracción humana, pedaleo asistido o propulsión eléctrica para desplazarse, con una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora. Este límite es clave para diferenciarla de otros vehículos motorizados.
Si el motor eléctrico permite alcanzar velocidades superiores a 25 km/h, el vehículo deja de ser considerado una bicicleta eléctrica y pasa a clasificarse como motocicleta eléctrica, independientemente de su diseño o tamaño.
Motocicletas eléctricas disfrazadas de bicicletas
El problema radica en que muchas personas adquieren bicicletas eléctricas que pueden superar este límite de velocidad, sin cumplir con los requisitos necesarios para circular como motocicleta. Según Andrés Lajous, exsecretario de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi):
“Aquellos vehículos donde la velocidad puede ser mayor a 25 kilómetros por hora básicamente son motocicletas, aunque el motor sea eléctrico, por lo tanto, necesitan estar emplacados y también requieren casco acorde con las características del vehículo”.
Esta confusión ha llevado a que algunos usuarios busquen evadir regulaciones, como el emplacamiento, el uso de casco y la obtención de licencias, lo que podría cambiar con las próximas actualizaciones al reglamento.
Normas para las motocicletas eléctricas en la CDMX
El Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México establece normas claras para los conductores de motocicletas, ya sean de combustión interna o eléctricas. Entre las principales reglas se encuentran:
- Prohibición de circular por aceras y áreas exclusivas para peatones: Salvo que el conductor esté ingresando a su domicilio o estacionamiento, debe desmontar.
- Restricción en ciclovías y carriles confinados: Las motocicletas no deben circular por vías ciclistas exclusivas ni en carriles destinados al transporte público.
- Reglas para circular entre carriles: Solo está permitido cuando el tránsito vehicular está detenido y el conductor busca colocarse en un área de espera para motocicletas, sin invadir pasos peatonales.
- Limitación en vías de acceso controlado: No pueden utilizar los carriles centrales de estas vías ni aquellas donde su circulación esté explícitamente restringida.
- Uso obligatorio de casco y licencia: Tanto el conductor como el pasajero deben llevar casco y contar con una licencia válida para operar el vehículo.
- Prohibición de llevar más de dos personas: Este límite debe respetarse en todas las motocicletas, eléctricas o no.
Impacto de la regulación actual y futura
La falta de regulación específica para las bicicletas eléctricas de alta velocidad ha generado un vacío legal que las autoridades buscan resolver. Según el artículo 4, fracción XLVIII, del Reglamento de Tránsito, un vehículo motorizado se define como aquel que depende de un motor de combustión interna, eléctrica o de cualquier otra tecnología para alcanzar velocidades superiores a 25 km/h.
Esto implica que muchas de las bicicletas eléctricas actualmente en uso deberían cumplir con las normas aplicables a motocicletas, incluyendo emplacamiento y equipamiento de seguridad.
Ventajas de la regulación
- Mayor seguridad: Obligar a los conductores a utilizar casco y cumplir con normas de circulación reduce el riesgo de accidentes graves.
- Orden en las vialidades: Diferenciar claramente entre bicicletas y motocicletas eléctricas ayuda a evitar conflictos en carriles ciclistas y otras áreas específicas.
- Incentivo para el uso responsable: Las normas promueven un manejo más consciente y respetuoso hacia peatones y otros usuarios de la vía pública.
Desafíos
- Adaptación de los usuarios: Muchas personas compraron bicicletas eléctricas bajo la idea de que no necesitarían emplacarlas ni usar casco. Cambiar esta percepción será un reto.
- Costo adicional: Cumplir con los requisitos de emplacamiento y licencias podría desalentar a algunos usuarios.
¿Qué hacer si tienes una bicicleta eléctrica?
Si utilizas una bicicleta eléctrica en la Ciudad de México, es importante que determines si cumple con los criterios establecidos por el Reglamento de Tránsito:
- Velocidad máxima de 25 km/h: Si tu bicicleta eléctrica no supera este límite, puedes seguir usándola como un vehículo no motorizado.
- Velocidad superior a 25 km/h: En este caso, deberás emplacar el vehículo, utilizar casco y contar con licencia de motociclista.
Además, respeta las normas de tránsito aplicables y evita circular por áreas exclusivas para peatones o ciclistas si tu vehículo no cumple con los requisitos.
El futuro de la movilidad eléctrica en la CDMX
La popularidad de las bicicletas y motocicletas eléctricas refleja una tendencia global hacia la movilidad sostenible. Estos vehículos ofrecen una alternativa eficiente para desplazarse por la ciudad, especialmente en un contexto de congestión vial y contaminación.
Sin embargo, su integración en el entorno urbano requiere de una regulación adecuada que garantice la seguridad de todos los usuarios de la vía pública.
Con las próximas actualizaciones al reglamento, las autoridades de la Ciudad de México buscan equilibrar la promoción de alternativas de transporte sustentable con la necesidad de mantener el orden y la seguridad en las calles.
El incremento en el uso de bicicletas eléctricas en la Ciudad de México es una señal positiva de la transición hacia formas de movilidad más amigables con el medio ambiente. No obstante, es crucial que los usuarios y las autoridades trabajen juntos para garantizar que estos vehículos se utilicen de manera responsable y en cumplimiento con las normas de tránsito.
La regulación adecuada no solo protege a los conductores, sino también a los peatones, ciclistas y otros automovilistas, creando un entorno más seguro y eficiente para todos. Si eres usuario de una bicicleta eléctrica o consideras adquirir una, asegúrate de estar informado sobre las reglas y requisitos aplicables. En el futuro, estas medidas serán clave para el éxito de la movilidad eléctrica en la Ciudad de México.