La Ciudad de México, una de las metrópolis más dinámicas de América Latina, enfrenta retos crecientes en términos de movilidad urbana. Ante el aumento en el uso de bicicletas eléctricas, la Secretaría de Movilidad (Semovi), liderada por Andrés Lajous, ha decidido implementar medidas específicas para garantizar la seguridad vial y regular el uso de estos vehículos, adaptándolos al marco normativo vigente.
Bicicletas eléctricas que superan los 25 km/h: nueva clasificación
Una de las principales medidas anunciadas es la clasificación de bicicletas eléctricas que superan los 25 kilómetros por hora como motocicletas. Esto implica que estos vehículos deben estar matriculados y cumplir con las mismas obligaciones que una motocicleta, incluido el uso de un casco homologado acorde a las características del vehículo.
El titular de Semovi explicó:
“Básicamente son motocicletas, aunque el motor sea eléctrico. Por lo tanto, necesitan estar emplacados y también necesitan traer un casco acorde con las características del vehículo”.
Esta regulación tiene como objetivo diferenciar claramente entre vehículos motorizados y no motorizados, promoviendo el cumplimiento del Reglamento de Tránsito y garantizando la seguridad de los usuarios y peatones.
Colaboración con fabricantes y usuarios
Otro aspecto fundamental de la estrategia de Semovi es solicitar información técnica a los fabricantes de bicicletas eléctricas. Este esfuerzo busca asegurar que las empresas comuniquen a sus clientes las especificaciones técnicas y las normativas que deben cumplir. Además, se subraya la importancia de que los ciudadanos estén informados sobre si sus vehículos requieren matrícula y el tipo de casco adecuado.
La cooperación entre fabricantes, autoridades y usuarios es clave para que esta regulación sea efectiva y se adapte a las necesidades de la población.
Ciclovías y movilidad sustentable en la Ciudad de México
Actualmente, la Ciudad de México cuenta con más de 230 kilómetros de ciclovías, diseñadas para fomentar una movilidad sustentable. Estas vías no solo promueven el ejercicio y una vida más saludable, sino que también contribuyen a reducir las emisiones de gases contaminantes.
Sin embargo, con el creciente uso de bicicletas eléctricas, surge la necesidad de mantener el orden en estos espacios. Según las normativas actuales:
- Las bicicletas, incluidas las eléctricas, no deben circular por aceras ni zonas peatonales, salvo excepciones específicas como menores de 12 años o personal de seguridad pública.
- Las bicicletas eléctricas no pueden transitar por carriles exclusivos para transporte público, salvo que exista señalización que lo permita.
- Se prohíbe detenerse en zonas de flujo peatonal para evitar interrupciones en el tránsito de personas.
Estas disposiciones buscan garantizar la convivencia armónica entre ciclistas, peatones y otros usuarios de las vías.
Beneficios de las bicicletas eléctricas
Las bicicletas eléctricas destacan por ser una alternativa práctica y amigable con el medio ambiente. Ofrecen un alcance de aproximadamente 30 kilómetros por carga, lo que las hace ideales para desplazamientos cortos y medianos dentro del entorno urbano. Además, la asistencia eléctrica reduce el esfuerzo físico necesario, haciéndolas accesibles para personas de diferentes edades y condiciones físicas.
Estos vehículos representan una solución efectiva a los desafíos de movilidad y contaminación atmosférica, favoreciendo un cambio hacia modos de transporte más sostenibles.
Seguridad y orden: un compromiso de la CDMX
Con estas medidas, la Semovi busca adaptar el uso de bicicletas eléctricas al entorno urbano de la Ciudad de México. La matriculación, el uso de casco adecuado y las restricciones en ciertas áreas son pasos fundamentales para garantizar la seguridad vial.
Además, estas acciones refuerzan el compromiso de la capital con el transporte sostenible, promoviendo una transición hacia formas de movilidad más responsables y respetuosas del medio ambiente.
Mirando hacia el futuro
La implementación de estas normativas es solo el inicio de un proceso que busca enfrentar los retos de la movilidad urbana en una ciudad tan grande y compleja como la CDMX. Es fundamental que estas medidas se acompañen de campañas de sensibilización y políticas públicas que fomenten la adopción de medios de transporte ecológicos sin comprometer la seguridad ni la accesibilidad.
La Ciudad de México avanza hacia un modelo de movilidad más inclusivo y sostenible, donde la bicicleta eléctrica juega un papel protagónico. Sin embargo, su integración requiere el esfuerzo conjunto de autoridades, fabricantes y ciudadanos, promoviendo una convivencia armoniosa en las calles de la capital.
Así, la regulación de las bicicletas eléctricas no solo responde a una necesidad inmediata, sino que también sienta las bases para un futuro donde la sostenibilidad y la seguridad sean pilares de la movilidad urbana.